Historia del balón de fútbol sala

El balón de fútbol sala no tiene una historia tan extensa como el balón de fútbol, su diseño se basó enteramente en el balón empleado en los juegos de balonmano, pues al tratarse de una superficie pequeña se deseaba que la pelota no botara tanto.

Además, a diferencia de un balón de fútbol campo, este balón debe ser mucho más resistente en su exterior para soportar el roce constante con el parqué o el cemento.

Los balones de fútbol sala evolucionaron con el tiempo y los constantes juegos, de ser un balón de poco bote a contar con capas internas especiales que regulan su bote y mejoran el control, así como capas exteriores que mejoran la conducción y los hacen más rígidos o más suaves dependiendo de la edad a la cual van destinados y el trabajo que se realizará con ellos: juego o entrenamiento.

En el fútbol sala importa la técnica y es por eso que debe contar con un balón que garantice una buena conducción y agarre, su presión de aire debe mantenerse y el peso es un factor importante.

historia del balón de fútbol sala

En su parte exterior suelen imitar a los balones de fútbol campo, los más tradicionales mantienen los 32 paneles o menos para garantizar un mejor giro, los más modernos tienen menos paneles para garantizar mayor aerodinámica, mejores efectos y una conducción más sencilla.

Historia del balón de fútbol ¿Cuál fue el primer balón de fútbol? ¿Cuál es el más novedoso?

El balón de fútbol ha cambiado con el tiempo siempre buscando una mayor esfericidad y aerodinámica para lograr la precisión. La evolución del balón de fútbol puede observarse en los torneos y copas del mundo.

En la historia de la humanidad muchas han sido las civilizaciones que emplearon pelotas en juegos por diversión, o en el caso de algunas culturas mesoamericanas, para decidir la víctima en un sacrificio humano.

En lo que se refiere al fútbol, la historia inicia en el Reino Unido en el siglo XIX, donde la Asociación de Fútbol Inglés establece un estándar para las pelotas de fútbol. Estas debían de pesar entre 350 y 400 g y contar con una circunferencia de 70 centímetros.

Estos balones eran de cuero y estaban cosidos por fuera, se les conocía como balones de tiento. En su interior contaban con una vejiga de cerdo rellena de heno. No eran esféricos, no botaban y las protuberancias de la costura podían herir al jugador. Además, si se mojaban eran difíciles de controlar y más pesados.

En el primer mundial, el de 1930 jugado en Uruguay, se emplearon balones de tiento con vejiga de cerdo en su interior. Para la final se emplearon dos balones, uno para cada tiempo y cada uno elaborado en el país de los equipos contendientes: Uruguay y Argentina.

Con los nuevos mundiales los balones cambiaron, la vejiga fue sustituida para el mundial de 1938 por una válvula inflable que permitía inflar el balón sin descoserlo. También se incrementó el número de paneles hasta alcanzar los 18 paneles para el mundial de Suiza.

En los años 70 se vivió un auténtico cambio en México. Adidas tenía la responsabilidad de crear el balón para el mundial y presentó el Telstar, elaborado en cuero, con 32 paneles poligonales y de color blanco y negro.

Para Argentina 1978 Adidas diseñó el Tango, un balón de gajos hexagonales que sería empleado en 6 copas mundiales más. Para España 1982 se combinó el poliuretano con el cuero para hacerlo impermeable y mejorar su manejo en lluvia. Para el siguiente mundial se empleó el primer balón sintético al 100%.

Mientras era utilizado el Tango, se desarrollaron balones con polietileno, mallas de fibra, micro burbujas, poliuretano, entre otros. Se experimentó con todo tipo de materiales y diseños para crear un balón resistente, esférico y manejable.

Para el año 2002 llegó el Fevernova para el mundial de Corea y Japón, tenía tres capas tejidas para un comportamiento en vuelo predecible y preciso. A partir de este momento inicia toda una competición por encontrar novedades. Para el Mundial del 2006 se creó un balón con pocos gajos, Teamgeist y para el mundial de Sudáfrica del 2010 se creó el balón más esférico y revolucionario: el Jabulani, difícil de detener y con un gran comportamiento en el aire. Este mundial tuvo otro gran balón, el Jo’bulani, utilizado en la final y con el cual España logró su primer mundial.

En el mundial del 2014 llegó el Brazuca, destacado por contar con seis paneles para asegurar el mejor control, el mismo peso y redondez en cualquier momento y lugar. En Rusia 2018 se empleó el Telstar como homenaje a este mítico balón, se incluyeron mejoras tecnológicas, un chip que permitía conocer si el balón pasaba la línea de gol.

El balón de fútbol sala puede que no tenga tan extensa historia y que se limite a imitar algunos diseños novedosos del fútbol campo y a incluir cambios en su interior y exterior, pero tal y como su hermano mayor, es el centro del juego y por ello, digno de evolucionar con cada año y temporada organizada por la AMF y la FIFA.